Durante dos días al año Portezuelo retrocede en tiempo más de 500 años trasladando a su vez a todas las personas que en el se encuentran. Sus calles recrean la villa tal y como fue; viejos y nobles oficios retoman las calles y callejones ; los templarios celebran aguamiel en mano sus victorias en la plaza,... Todo un sin fin de experiencias que vale la pena recordar.